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Mostrando entradas de febrero, 2018

FINALES DE MES

Cada mes ocurren cosas de cada mes. Son las mensualidades nuestras de cada treinta días. Asuntos que se repiten como una menstruación ajena el climaterio del futuro. Cada mes hay una luna llena y una cuenta corriente menguante. Cada mes el número de los que están a la cola aumenta y disminuye la cantidad de lo que ingresan mensualmente. La merma creciente y la creciente menguante esperanza de los que esperan una salida para evitar tener que salir de su tierra a la desesperada. Cada mes hay una nómina si se tiene suerte y si no se tiene el banco la convertirá en nada. La nómina o la suerte o ambas. Cada mes pesan más los recibos y recibís hipotecarios, crediticios, tarjetarios y asegurarios. Los muertos, el coche, la casa, la vida y la muerte empeñada en pagar facturas. Final de mes bordado en la boca como un punto de cruz que señala la fosa, los plazos y las tumbas donde yacen tantos sueños enterrados en infinitos finales de mes. Voracidad insaciable de este sistema parasitario que

PUNTUAL Y AISLADO

La escarcha cubre este poyete de papel tras un fin de semana en la que la lluvia amagó y no dió. Lo mismo que la gestión política. Ahora sí que sí cuando sigue siendo no que no. Nunca pasa nada aunque la realidad siga curso mostrando que el cauce del río está alfombrado de cantos rodados, meteduras de pata, olvidos, menosprecios y errores que no se quieren asumir. Parecer humano desde un cargo electo parece imposible y se despachan episodios como el del hospital de Úbeda cómo «caso puntual». Morir olvidado en una sala de espera de urgencias es algo aislado. El estupor se extendió como una niebla fosca. Decir miles veces «no ocurrirá» no detiene los acontecimientos y pone de manifiesto que la Ley de Murphy es inexorable: cualquier caso aislado puede ocurrir más de una vez si no se toman medidas adecuada. También fueron 30.000 casos aislados los ciudadanos que se echaron a la calle en Linares pidiendo una mayor atención a los gemidos de agonía que se escapan de la garganta de la coma